martes, 6 de mayo de 2008

Autodisciplina


Quilón el Lacedemonio, dijo en el siglo IV a.C.: Conócete a ti mismo. Este apotegma también se le atribuye a Tales de Mileto, el primero y más famoso de los siete sabios de Grecia. A Tales de Mileto también se le reconoce la autoría de la siguiente frase: Si mandas, gobiérnate a ti mismo.

Unamos las frases: “Conócete a ti mismo y gobiérnate a ti mismo”.

Dos mil quinientos años después de emitidas estas sencillas frases, en pleno siglo XXI, no creo que muchas personas puedan decir: Me conozco a mi mismo(a), me gobierno a mi mismo(a).

¿Qué ha hecho la humanidad desde entonces? Salvo contados casos de hombres y mujeres que se auto disciplinaron y buscaron incesantemente conocerse a ellos mismos y gobernar sus sentimientos, sus pensamientos y sus acciones, el resto nos hemos abandonado a la facilidad de vivir dando rienda suelta a nuestras bajas sensaciones y malvados pensamientos, que luego se convierten en acciones lamentables.

La humanidad a lo largo de la historia se ha comportado como el eterno estudiante universitario que pasa años y años en la facultad y no termina de graduarse nunca, bien sea porque reprueba las materias o porque solo inscribe una materia por semestre para no ir forzado con muchas responsabilidades académicas de forma que pueda tener tiempo para la diversión y el ocio. Mientras que aquellos que se conocieron y gobernaron así mismos, lograron graduarse con honores y en corto tiempo.

Se podrá afirmar que en los últimos 200 años la humanidad ha alcanzado logros materiales formidables, y esto es cierto. El vertiginoso avance tecnológico ha resuelto y seguirá resolviendo muchos de los grandes problemas de la humanidad, solo hay que ver en el campo de la medicina como mucha gente es curada de enfermedades que hace unos años atrás eran una muerte segura. Pero, “no solo de pan vive el hombre”.

Desde temprana edad se le debería enseñar a los niños a tener dominio de sus impulsos, a ser reflexivos, a buscar y encontrar la paz interior, no solo ser personas inteligentes y cultivadas, sino también emocionalmente estables. Esta tarea difícil cuando somos victimas del ajetreado mundo del siglo XXI, en donde ambos padres pasan más tiempo en sus lugares de trabajos que en su hogar, mientras los niños son educados por doña T.V. y don playstation. Y el sistema educativo no es que ayude demasiado.

Exigimos gobernantes honestos, eficientes, inteligentes, que cumplan sus promesas de campañas. Lo que no nos damos cuenta es que esas personas que se dedican a la política y que pretenden gobernar a mucha gente, por lo general no se gobiernan a si mismos y peor aun no se conocen a si mismo. No se logra nada en una sociedad donde solo se elevan altas torres en las ciudades mientras que nuestra alma colectiva está en el subsuelo.

La cadena es tan fuerte como el más débil de su eslabón, mientras que sigamos teniendo eslabones débiles no podremos crear una sociedad que progrese, sin gente que se conozca y se gobierne a si misma el trabajo será más largo y más pesado.

Hombre, mujer… gobiérnate a ti mismo porque para cambiar lo de afuera primero hay que cambiar lo de adentro.